Observar, aprender, analizar, pensar, imaginar, creer... para finalmente crear. Y es que somos seres vivos creativos por naturaleza. Creamos pensamientos sin cesar y con ellos nos enriquecemos, generando a su vez nuevos pensamientos, sumiéndonos así en un intrincado proceso infinito. Comunicar esos pensamientos para bien común es la responsabilidad de cada uno, hacerlo de la mejor forma es la tarea que nos ocupa en un largo camino que lleva a la perfección.